Ríe, pero que tu risa no ensordezca tus oídos a los latidos de tu propio corazón. Llora, pero que tus lágrimas no nublen tu imagen en tus propios ojos. Vive, mas no vayas detrás de la risa ni huyas delante del llanto, porque tu realidad podría perder nitidez y tu existencia difuminarse entre dudas y temores.
Ríe si quieres, llora si lo necesitas pero lo más importante: VIVE.
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Besos.
Así es María, creo que es importante que el disgusto o el placer no condicionen nuestros actos. No actuar para buscar una recompensa o para escapar de una circunstancia adversa y si hacerlo con la máxima honradez ante uno mismo. El ser puro actuando con verdad y valentía, le lleve a donde le lleve la expresión de si mismo.
ResponderEliminarBesos.