Fin de trayecto. (Bota de peregrino en Fisterra)

Allí donde el dolor termina, al final de todos los senderos, olvidó su fantasma y retornó descalzo por nuevos caminos trazados con ternura sobre la piel del ser.
Y desde la atalaya observó, asombrado, al uno y al diverso, re-ligado al origen y empapado de amor.