Maya


Cumbres en la niebla

Brutales hombres puros, auténticos y libres, bárbaros y terribles, hoy os convoco: Formemos, de nuevo, el círculo sagrado y contengamos con nuestra plenitud nuestro propio destino. Dancemos con salvaje armonía al ritmo del misterio que permite la vida. Nombremos con una sola voz la Palabra Secreta con el tono preciso para rasgar la malla y abrir una esperanza de luz en la tiniebla. Ese es nuestro derecho y nuestro cometido.